martes, 4 de abril de 2017

La escuela inclusiva y territorio







La educación inclusiva surge del convencimiento de que el derecho a la educación es un derecho humano básico que está en la base de una sociedad más justa. 

Para lograr este derecho, el movimiento de Educación para Todos está trabajando a fin de que haya una educación básica de calidad para todos.

La educación inclusiva supone un impulso a la agenda de la Educación para Todos, desarrollando formas de habilitar a las escuelas para que atiendan a todos los niños y niñas de su comunidad, como parte de un sistema inclusivo. 


La educación inclusiva se centra en todos los alumnos, prestando especial atención a aquellos que tradicionalmente han sido excluidos de las oportunidades educativas, tales como los alumnos con necesidades especiales y discapacidades, niños pertenecientes a minorías étnicas y lingüísticas, y otros.





Una escuela inclusiva debe garantizar a todos los alumnos el acceso a una cultura común que les proporcione una capacitación y formación básica. Cualquier grupo de alumnos, incluso de la misma edad y por supuesto de la misma etapa, mantiene claras diferencias con respecto a su origen social, cultural, económico, racial, lingüístico, de sexo, de religión. y son distintos en sus condiciones físicas, psicológicas...que tienen una traducción directa en el aula en lo que se refiere a ritmos de aprendizaje, a capacidades, a formas de relación, intereses, expectativas y escalas de valores.


La escuela tiene que aceptar esa diversidad y proponer una intervención educativa en la que sea posible un desarrollo optimo de todos los alumnos y alumnas. El desarrollo como decía VIGOSTKY no consiste en la socialización de las personas sino en su individuación. Hay que partir de las situaciones personales para realizar un proceso educativo individualizado.





El enfoque de educación inclusiva, por el contrario, implica modificar substancialmente la estructura, funcionamiento y propuesta pedagógica de las escuelas para dar respuesta a las necesidades educativas de todos y cada uno de los niños y niñas, de forma que todos tengan éxito en su aprendizaje y participen en igualdad de condiciones. En la escuela inclusiva todos los alumnos se benefician de una enseñanza adaptada a sus necesidades y no sólo los que presentan necesidades educativas especiales.

               


La educación inclusiva supone la aceptación de una nueva concepción de la educación, la cual presenta, entre otras, las siguientes características:

-Defiende la educación intercultural.
-Recoge la Teoría de las Inteligencias Múltiples (Gardner,  1983, 1993).
-Acepta una perspectiva holística y constructivista del aprendizaje.
-Construye un currículo común y diverso.
-Fomenta una participación activa social y académica.
-Ofrece unas enseñanzas prácticas adaptadas.
-Establece una agrupación multi edad y flexible.
-Incorpora el uso de la tecnología en el aula.
-Se propone enseñar responsabilidad y establecer la paz.
-Fomenta amistades y vínculos sociales.
-Pretende la formación de grupos de colaboración entre adultos y estudiantes.







Principios que debe asumir la escuela

 inclusiva


El desarrollo de las escuelas inclusivas, es un proceso muy lento y difícil que requiere de una disposición plena para asumir principios que faciliten el camino hacia una educación para todos, la educación inclusiva.

Arnaiz (2006), señala cinco principios, que dan identidad a la educación inclusiva, ellos son:

1.    Clases que acogen la diversidad.
2.    Currículo más amplio.
3.    Enseñanza y aprendizaje interactivo.
4.    Apoyo a los profesores.
5.    Participación en hijo.



Sin embargo Ávila y Esquivel (2009) proponen dos principios como referencia:

6.    Desarrollo de las comunidades escolares.
7.    Decisiones administrativas, para facilitar el proceso de cambio.


A continuación se detallan los principios propuestos en la escuela inclusiva:

Principio 1: Valoración de la diversidad: aceptación de las diferencias y bienvenida a la diversidad.

Un aspecto importante para que la educación inclusiva sea una realidad, es que la sociedad en general y particularmente la comunidad educativa, tengan una actitud de respeto, aceptación y valoración de las diferencias; no obstante, en esta región hay barreras que superar en cuanto a este aspecto. Rosa Blanco (2002) señala que los estereotipos, prejuicios y valoraciones negativas contribuyen a ampliar la desigualdad educativa. “Se discrimina a los niños y niñas por su capacidad, etnia, lengua, procedencia social, su religión o por tener ciertas condiciones de vida”.

En este contexto, se requiere el establecimiento de comunidades escolares que acepten y honren las diferencias y que den la bienvenida a la diversidad. Ainscow (2001), menciona que un ingrediente entre muchos, que debe estar interconectado, para lograr la escuela eficaz para todos los alumnos, es considerar las diferencias como oportunidades y no como un problema. En este proceso de crecimiento, todos los miembros, niños y adultos, son parte importante y necesaria para lograr un aprendizaje efectivo que promueva el respeto, el apoyo y la colaboración.




Principio 2: Currículo abierto y flexible

En el documento de la UNESCO Temario Abierto sobre Educación Inclusiva, se señala que el currículo retoma todas las experiencias de aprendizaje que se encuentran disponibles para los estudiantes, tanto en sus escuelas como en sus comunidades.

El currículo formal de las escuelas, planifica las oportunidades de enseñanza y aprendizaje disponibles a nivel de aula, no obstante existe cantidad de experiencias potenciales de aprendizaje, que son difíciles de planificar, pero que se deben concebir como parte de él, entre ellas se incluyen las interacciones entre los estudiantes, las interacciones entre estudiantes y maestros y las experiencias de aprendizaje que se dan en la familia y en la comunidad.

Si bien es cierto, el currículo formal tiene sus objetivos y propósitos claros, estos deben ser logrados con todos los estudiantes por igual, por ello, además de riguroso, debe ser flexible para responder a todos los estudiantes con características diversas.

En la actualidad, la tendencia de construir y poner en práctica currículos abiertos y flexibles que den respuesta a la diversidad y a los aspectos comunes, semejantes para todos los estudiantes (comprensividad), es cada vez más común.

Arnaiz (2006) plantea que un currículo abierto, flexible y participativo, es aquel que recompone, las condiciones administrativas, sociales, políticas, organizativas y pedagógicas de las escuelas, en forma colegiada, para responder a la realidad sociocultural de los alumnos, sin dejar de lado las coordenadas sociales, ideológicas y políticas del momento y del país en que se va a aplicar el currículo.





Principio 3: Decisiones administrativas para facilitar el proceso de cambio

La escuela inclusiva, para el logro de sus metas, requiere de distintas medidas organizativas que faciliten el proceso que es de por sí difícil y generador de conflicto.

Para atender con eficacia las diferencias en el aula, existen diversos modelos y enfoque. No obstante, este proceso no depende sólo del profesorado, también depende de la organización de los centros y de otros factores externos. El Informe sobre educación inclusiva y prácticas en el aula, de la Agencia Europea para el Desarrollo de la educación especial (2003) plantea:

"Generalmente, se puede asumir que la educación inclusiva depende principalmente de lo que los profesores hagan en las aulas. Por supuesto, lo que hacen los profesores en las aulas depende de su formación, experiencia, creencias y actitudes así como la situación de la clase, del centro y de los factores externos, intervención local, regional, política, financiación y demás"

Para facilitar el proceso de cambio, se requiere de decisiones administrativas. Arnaiz (2006) indica como relevante, el establecimiento de un proyecto educativo y curricular, que asuma la atención a la diversidad como punto de partida para el funcionamiento de la escuela inclusiva.



Principio 4: Enseñanza y aprendizaje interactivo.

Todo docente debe ser apoyado en su formación y en la práctica, para que enseñe de manera interactiva. La revisión y el cambio en el currículo, trae consigo la revisión y cambio en su pedagogía. Arnaiz (2006) plantea que el modelo de aula de un profesor que trata de satisfacer las necesidades de una clase entera de niños por sí solo, está siendo reemplazado por estructuras en la que los estudiantes trabajan juntos, se enseñan mutuamente y participan activamente en su propia educación y la de sus compañeros.

El aprendizaje colaborativo, entendido como “aprender con y de otros”, juega un papel muy importante en la educación inclusiva, es un elemento clave que el docente siempre debe tener presente en sus clases.




Principio 5: Apoyo a los profesores

Arnaiz (2006), plantea que ante el trabajo particularmente solitario del docente, la educación inclusiva implica, en su afán por romper las barreras de aislamiento profesional, el apoyo continuo; entendido como la oportunidad de:

Hacer consultas
Trabajar en equipo
Trabajar colaborativamente
Acceder a habilidades y conocimientos de otras personas y    profesionales involucrados en   el proceso.

Stainback y Stainback (2001) señalan que existe un apoyo real cuando el receptor percibe que le han ayudado; los miembros del equipo educativo comparten la responsabilidad de lograr los resultados que desean para el alumno; de esta manera, se consigue mejor el objetivo de satisfacer las diversas necesidades educativas de los alumnos, los resultados hacen que merezca la pena el esfuerzo que requiere la colaboración, se consiguen los resultados prioritarios para los estudiantes en la escuela, en casa y en la comunidad.




Principio 6: Desarrollo de comunidades escolares

Zacarías (2006) señala: “en una comunidad, los miembros llegan a conocerse como individuos, respetarse y cuidarse mutuamente, así mismo poseen sentido de pertenencia y responsabilidad” (p.154).

La escuela inclusiva, para ser eficaz, debe preocuparse en desarrollar comunidades escolares de manera que las instituciones, como lo mencionan Staninback y Stainback (2001), se convierten en lugares más personalizados y sensibles, que logren como grupo comunicarse y apoyarse de manera significativa, al mismo tiempo la satisfacción de las necesidades educativas. Se debe promover el sentido de comunidad.

Una escuela con sentido de comunidad, es aquella donde todos sus miembros tienen sentido de comunidad, es aquella donde todos los miembros tienen sensación de pertenencia, se sienten aceptados, apoyan y son apoyados por todos los miembros de la comunidad escolar, y logran paralelamente el éxito educativo (Arnaiz, 2006).




Principio 7: Participación de los padres de familia o encargados del niño

En el proceso educativo que promueve la atención a la diversidad, todos los actores involucrados deben realizar un trabajo colaborativo, los padres de familia o encargados del niño no pueden quedar fuera.

Las familias pueden, por el conocimiento que tienen del niño, contribuir en gran medida con la educación de sus hijos. Ello dependerá, del respeto que ambas partes (docentes-familia) tengan del rol que cada una debe desempeñar y de la apertura que muestren para trabajar en forma colaborativa por un objetivo común. Otras aportaciones que la familia puede brindar al centro escolar son la participación en los órganos de apoyo, la consecución de recursos económicos y materiales, y la elaboración de distintos materiales, entre otros.


                   

Características de la escuela inclusiva







· 1. La filosofía y el principio rector es el “NOSOTROS”, entendiendo por “nosotros” la comunidad. La construcción de una comunidad educativa es un referente clave desde los modelos comunitarios y socioculturales, de acuerdo con Barton (1998).

·  2. Escuela flexible en su currículo, evaluación, promoción y organización.
.  
.   3. Atención a la diversidad de intereses, capacidades, ritmos y necesidades de aprendizaje   del alumno.
· 4. Metodológicamente centrada en las características del alumno, no en los contenidos, facilitando la diversificación de la enseñanza y personalización de las experiencias de aprendizajes comunes.

·   5.  Promulga los valores de:

 Humanización: favorece el máximo desarrollo de las capacidades de cada individuo.
-  Libertad.
-  Principio de normalización.
 Democracia: defiende la igualdad de oportunidades para todos, sea cual sea su condición social, económica, cultural o sexual.
-  Justicia: a cada uno se le intenta dar lo que necesita.

·   6. Se da gran importancia a la participación de los padres y de la comunidad en las actividades de la escuela, en el apoyo de determinados aprendizajes y en el control de los progresos de sus hijos. 

 7. Se insiste en la participación de todos los miembros de  la comunidad educativa, profesores, padres y alumnos, de  TODOS los alumnos, así como en la participación de los      miembros de la administración y servicios de la escuela, sin  exclusión. Una participación activa que va más allá de su      presencia.


8. Se parte del supuesto de que todos los alumnos pertenecen al grupo y todos pueden aprender en la vida normal de la escuela y de la comunidad.

   
     Trabajando con la diversidad


Ventajas de la escuela inclusiva






1. La educación responde a las diferencias individuales de cada uno de los miembros y no solo de un grupo en particular.

2. Los recursos y esfuerzos del personal, se orientan hacia la evaluación de las necesidades de los docentes, respecto de la adaptación de la enseñanza y del apoyo que se brinda a los estudiantes.

3. Se proporcionan apoyos sociales y docentes a todos los alumnos, con el propósito de favorecer la construcción de la independencia, el respeto y la responsabilidad.




Las anteriores son las principales; en resumen la escuela inclusiva tiene como ventajas, la promoción de valores, el uso adecuado de los recursos, beneficios para toda la comunidad escolar, en el ámbito social y educativo.


  




En la educación inclusiva se debe tener en cuenta las:



              

Siempre debemos recordar que:


 
   

Por último











Fuentes de información:



Ainscow, M. (2001). Desarrollo de escuelas inclusivas: ideas, propuestas y experiencias para mejorar las instituciones escolares. Madrid: Narcea Ediciones.

Arnaiz, P. (2006). Atención a la diversidad. San José: EUNED.


Ávila, A y Esquivel, V. (2009). Colección Pedagógica Formación Inicial de Docentes Centroamericanos de Educación Primaria o Básica Educación inclusiva en nuestras aulas. CECC/SICA, 37: San José.




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